16 February 2011

LA PROFUNDIDAD DEL ABISMO

Fotografía: Stefan Rohner


Agosto2005

 
El ambiente se llena de lujuria al igual que los cuerpos imprecisos de las mujeres engolfadas. Ellas por alguna razón específica se encuentran reunidas  en el mismo lugar y en la misma promiscuidad.
Unas se pierden entre las pequeñas pausas de la noche, mientras otras disfrutan solamente de la melodía de un cambio brusco. Otras en cambio, se dejan asfixiar por hombres y en paulatinos espacios de tiempo deliberan su fiebre como espuma. ¿Habrá otro lugar donde perderse? Probablemente sí, pero nadie conoce otra cosa más que esa esfera atrayente.
La noche se acorta por el periodo en el que estamos dentro, pronto acabará lo que no termina, pero aun así dudo del espectáculo. Hay mas mujeres reunidas llamando la atención: la falsa hermosura nos hace equivocarnos.
Arriba, haya donde de ves en cuando alguien observa con detenimiento, hay a flote mas deseo, sale a conversación un poco de murmullo y miradas que caen vencidas por la elevación.
Un hombre ausente de situación se disloca como trompo entre las pequeñas figuras del escenario, otros muy parecidos suelen hacer lo mismo pero de diferente forma. El piso no es sólido y por eso los buzos se hunden con facilidad en el abismo.
Adentrados en la cabina de un sueño muy corto, una pareja disfruta de rencores y dudas, un joven muchacho intenta controlar la claridad inmunda de la atmósfera mientras que su complaciente dama suelta un quejido de insatisfacción.

Fotografia: Michael Dweck



No tengo palabras. Se me esfuman las ideas, se borran mis pensamientos. Lo pienso y no lo creo: Tengo una sonrisa que se dibuja sola, un corazon que late por inercia, un cuerpo que siente que tiene alma.  Mi vida por primera vez tiene sentido y por primera vez en la vida siento que encontre el amor verdadero.
Esta vez no quiero escribir por escribir, es simple: te amo.