La primera vez te conocí en el mar y desde entonces venero las olas. Me llenaba los ojos de sal a tus orillas, que otra cosa podía hacer si no que escupirte mis peces. ¿Recuerdas todo lo que contaba? Te hablaba de él sin conocerlo. Y un día lo trajiste, como un acto de magia.
¿Olvidé pedirte que se quedara? Yo estaba lista y tu lo sabías...
Julio,2013
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